26 Oct MEDINA DE POMAR. Escapada por la Ruta de Carlos V.
La comarca de Las Merindades de Burgos no deja de sorprender por sus choperas, encinares y quejigos, donde las aguas del río Trueba surcan profundos desfiladeros.
Medina de Pomar es «Ciudad de Manzanos» traducido del árabe y del latín.
El casco histórico de Medina corona un bonito y pequeño cerro, con una parte que «cae» sobre el río Trueba en su discurrir por la llanura.
La historia de Medina de Pomar está marcada por la invasión de los romanos, cuando establecen en la comarca una rica explotación de sal.
La fundación de la ciudad de Medina va unida a la repoblación de Castilla por los mozárabes, y en ella han convivido cristianos, musulmanes y hebreos. Cuna de los Velasco desde que en 1369 Enrique II de Trastámara la diese en señorío a Don Pedro Fernández de Velasco, Medina fue capital de las Merindades hasta 1560.
A 20 km de Medina encontramos un pueblo con gran encanto. Desde las alturas de Puentedey, (el «puente de Dios» como lo llamaron sus fundadores), en la merindad de Valdeporres, nos seduce el arco de piedra que forma un puente natural sobre el río Nela que nace en las sierras de Somo para desembocar en el gran Ebro.
Escuchar esta melodía de otro tiempo es un regalo para el caminante:
En el pueblecito de El Ribero, merindad de Montija, podemos hospedarnos nada menos que en la Posada Torre-Palacio de Los Alvarado, donde descansaron personajes como el Emperador Carlos V y el rey Fernando VII. Bellos jardines lo ornamentan dando vida a sus paredes de piedra sobre las que se yergue una torre medieval del siglo XVI. El palacio del siglo XVIII alberga una capilla de la Orden de Calatrava y una entrañable biblioteca. Y no me olvido de lo bien que se come en su restaurante donde podemos regalar el paladar con viandas típicas de la tierra: embutidos Ibéricos de Bellota, tabla de Patés o solomillo con salsa de bolétus.
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