15 Dic UN NUEVO UNIVERSO ENTRE DESFILADEROS
Continuación de la senda épica por el «Caminito del Rey»
Vistas tras el segundo desfiladero. Ver el artículo anterior.
A la salida del Desfiladero de Gaitanejo, contemplamos una nueva dimensión. La senda se abre a las alturas y aparece un cielo diáfano. Inmediatamente divisamos buitres sobrevolando el paisaje. Estamos dejando atrás la zona de El Soto y nos dirigimos hacia el Tajo de las Palomas. Vemos frente a nosotros el gran Talud del Ferrocarril que está siendo utilizado por trenes de servicio regular. También debe ser sensacional observar el paisaje desde un vagón.
Tras el primer Cañón hay que salvar una pendiente acusada mediante escaleras serpenteantes
Segundo cañón del desfiladero
El trazado describe ahora una curva prolongada en la que vamos bordeando una pared rocosa. Estamos saliendo de El Soto y nos introducimos en el segundo cañón. Es el Tajo de las Palomas. Aquí podemos ver:
*El mirador del talud del ferrocarril. Es la antesala del Tajo de las Palomas
*El puente del Rey en mitad del Tajo
*El desarenador y la cueva del Toro
*Las “rocas llanas”.
Nos encontramos ante un gran Talud de contención que se construyó debido a un descarrilamiento del ferrocarril del que aún hay restos de vigas y traviesas. Pasamos unos escalones de cemento. Después accedemos a un estrecho mirador dentro de la senda sinuosa que describe la propia pasarela. Se trata de un enclave privilegiado desde donde te asomas hacia la izquierda y contemplas todo el recorrido de «el Soto». A la derecha se puede admirar el principio del «Tajo de las Palomas».
El puente del Rey
Después vendrá un largo tramo rectilíneo de Pasarelas sin dificultad y con ligeras curvas. Llegamos a otro Mirador en el Puente del Rey y a continuación se encuentra el Desarenador de la Cueva del Toro.
Mirador del talud del ferrocarril (450 m. recorridos)
El Puente del Rey, llamado así porque lo cruzó el monarca Alfonso XIII (21.05.1921). Antes de eso recibió los nombres de Tajo de las Palomas, de la Cueva del Toro o de la Fuente del Toro. Con la realización de este puente se comunicaron las laderas de El Tajo, la vía del tren y las Pasarelas de servicio de operarios.
Desde este lugar descubres algunos túneles realizados hace más de un siglo por las cuadrillas de trabajadores. A cada lado de la montaña abrían una boca de entrada. Después perforaban con la intención de coincidir en el centro; lo cual lograban no sin grandes dificultades.
Desde el Mirador del Puente, a la derecha ves el Túnel nº 7 bautizado «Rocas Llanas» de la línea Córdoba-Málaga. Mide 325 m. A su salida levantaron un viaducto con el fin de atravesar el barranco de la Cañada del Lobo.
El desarenador
Este primer gran tramo de 1400 m de Canal acaba en el mencionado paraje conocido como la Cueva del Toro. Aquí se encuentra el primer Desarenador, frente al Puente del rey. Sirve para retener la arena y otros sedimentos que acarrean las aguas del Canal en superficie. Así se impide que pasen al nuevo tramo y a la Central Hidroeléctrica. La cueva es una de las muchas cavidades que pueblan el paisaje kárstico natural y ha sido utilizada en distintos periodos, incluso como fragua durante las obras. Hacemos una parada con el guía quien nos cuenta curiosidades sobre todo lo anterior.
Mirador de Rocas Llanas
Seguidamente alcanzamos un Punto de encuentro señalizado donde coinciden los grupos con sus guías. El paisaje que nos rodea es extraordinario, con una panorámica espectacular. Estamos frente al farallón del Tajo de Ballesteros, pared de roca anaranjada debido al óxido de hierro. Igualmente vemos la cantera del ferrocarril hacia la izquierda, flanqueada por el Valle del Hoyo. A la derecha quedan los Tajos de Almorchón (663 m) (Sierra de la Pizarra) y al fondo el Peñón del Cristo o Castillón de la Ermita (619 m).
El valle del Hoyo
Durante la marcha a lo largo del Valle del Hoyo seguirá impactándonos la imagen del Tajo de Ballesteros y sus paredes perforadas por la erosión kárstica, Identificaremos los nidos de una colonia de buitres y otras aves del mismo género.
El tendido de la línea férrea que une Málaga con Córdoba (1865) representó un hito por lo elaborado e intrincado de las obras. Estas se prolongaron durante casi seis años. La escarpadura del terreno elevó el nivel de exigencia de este alarde de la ingeniería, sobre todo en la zona de El Chorro. Es la que más atención recibió con numerosos túneles, viaductos y puentes. En 1866 concluyeron los 192 Km, con 17 túneles, 8 viaductos y 19 puentes. Fuente.
El río Guadalhorce irrumpe en cárcavas generando rápidos con gran estruendo, para terminar almacenándose las aguas más tranquilas en un escenario adornado por una espesa masa forestal.
El Puente Acueducto de Ribera o Viaducto del Canal, supuso un gasto de 30.000 pesetas de la época (1904). Servía para cruzar el río entre riberas y también para el paso de personas
El Puente acueducto de 35 m trasvasaba agua entre las dos paredes verticales de 300 m de altura. Le dio vida el ingeniero José Eugenio Ribera Dutaste, quien para su realización empleó la técnica de los cables tensores. Los trabajadores operaban colgados sobre el desfiladero. Algunos eran profesionales de la Marina y trabajaban sobre el abismo a 105 m sobre el nivel del río.
Puente colgante (2900 m. recorridos)
Subiendo escalones de madera alcanzamos una pasarela metálica con suelo de rejilla. Se trata de un «Puente Colgante» sujeto al desfiladero con tirantes de acero a más de 100 m de altura, tendido entre ambas paredes rocosas. Tiene unos 35 m de longitud según nos cuenta el guía. Para cruzarlo debes sujetarte bien el casco con la correa para que no se vuele y procura que tus manos agarren las barandillas de ambos lados de la pasarela. Si no, es probable que te dé un poco de repelús caminar por allí. Esa dimensión abierta a los sentidos nos produce la impresión de colgar sobre el vacío. Si miras hacia el río que pasa por debajo puedes contemplar en primer plano el abismo.
Pasarela de salida del tercer desfiladero
El último tramo del Caminito consta de escaleras y una Pasarela colgada que se elevan sobre la antigua Pasarela de la pared Sur. Desde esta atalaya se divisa la nueva Central Hidroeléctrica de «El Chorro-Tajo de la Encantada» . Es alimentada por las aguas que conduce una tubería que desciende con 400 m de desnivel Procede de «las Mesas de Villaverde», donde se conservan los restos de la ciudad fortificada de Bobastro, importante yacimiento mozárabe donde Omar Ben Hafsún hizo frente a los emires de la milenaria Córdoba. Omar fue un guerrillero andalusí de origen hispano-godo, que organizó y acaudilló una rebelión (880-918) contra el Emirato de Córdoba. La Pasarela conduce a un pequeño recodo con dos bancos. A continuación subimos por escaleras seguras la acusada pendiente que salvan el Puente y Túnel del ferrocarril. Después, llegas a la puerta con torno que comunica con la salida.
De aquí parte el camino a la Cruz y al Mirador, con inmejorables vistas de las paredes de entrada al Desfiladero, embalse, Mesas de Villaverde y al poblado de El Chorro.
El Sendero de salida (2,1 km) consiste en un tramo pequeño de subida que desciende después hasta un punto de encuentro donde hay un cartel en el que puedes leer acerca de la Geología del lugar.
Esta ruta es sorprendente y maravillosa en todos los sentidos. No hay que dejarse sorprender sin embargo por los comentarios de algunos que advierten de «males de altura» a no ser que padezcas de esa patología. El recorrido está diseñado para disfrutar de la madre naturaleza y sus encantos incomparables, en un país incomparable como es nuestra querida España.
Que lo disfrutes mucho ¡Te esperamos en nuestro próximo artículo!
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